sábado, 14 de diciembre de 2013

El farolillo de mi abuelo

Mi abuelo León
En casa siempre aparecen objetos curiosos, y a éste le tengo un gran cariño, pues es un recuerdo del pasado laboral de mi abuelo León Alonso Olalla, que fue guarda de noche en la RENFE, en los años 20 del siglo pasado.

Mi abuelo después de trabajar en la cantera, se empleó en la RENFE, y durante toda su vida hasta su jubilación estuvo en la compañía desempeñando diferentes labores, compaginándolas como podía con sus tareas del campo.

Su misión como guarda era dura, pues consistía en vigilar durante toda la noche la vía, haciendo el recorrido desde la Casilla del Bebedero, que estaba en el cruce con la carretera de Manganeses, hasta Pobladura, más de 8 kms, que caminaba varias veces de ida y vuelta.






En aquellos fríos inviernos, de viento, lluvia, nieves, cencelladas y demás inclemencias, iba todo lo abrigado que podía, con su capote, gorro, leguis y zapatos fuertes, acompañado de su fiel perrito pequeño y negro Clavelín.
También llevaba su eterna pitillera para fumar de vez en cuando, su mechero de mecha y su reloj de cadena en el chaleco para saber las horas a las que pasaban los trenes.

Mechero de mecha, pipa y cigarros liados por mi abuelo que conservo actualmente con cariño


A lo largo del recorrido había cinco casillas: la del Bebedero, la del Monte, la del Sierro, la del pueblo y la de Paladinos.
En la casilla del pueblo vivían los padres de Eloína y Elena, en la del Sierro el señor Jacinto y la señora Demetria (padres de Paca).
Curiosamente, aún no existía el apeadero en el pueblo, fue inaugurado en 1935, con lo cual la gente no podía coger el tren en Villabrázaro, tenían que ir a Pobladura del Valle o a Benavente.

Casilla de Villabrázaro, en la línea Palazuelo-Astorga

Detalle del Punto Kilométrico de la casilla del pueblo

El apeadero NO existía en aquella época, fue inaugurado en 1935. Punto Kilométrico: 293,296

Indicador del paso a nivel sin barreras en la plaza de arriba, calle de las Bodegas


El farolillo era la única iluminación que llevaba mi abuelo, con aceite como combustible. Tenía una luz frontal blanca, con la que iba mirando cuidadosamente toda la vía, para comprobar si existía algún defecto o avería. Los laterales estaban cerrados con una tapa corredera, y si todo era normal, levantaba la tapa del lado de la luz verde y hacía señales al tren nocturno para que pasara, indicando que todo iba bien.
Por el contrario, si hallaba alguna anomalía, elevaba la tapa del lateral con el cristal rojo para indicar precaución y que el tren aminorase la marcha.

Por la mañana, una vez terminado su turno, iba a Pobladura a dar el informe de lo acontecido al capataz.
Después de unos años de realizar este trabajo, pasó a desempeñar otras obras dentro de la brigada.

Tramo de la vía de Zamora a Astorga, en la zona de la Cantera, que tantas veces recorrió mi abuelo

Farolillo con la puertezuela abierta. Se puede observar el interior y cómo habría una mecha alimentada por aceite

Farolillo con la tapa lateral del cristal rojo semiabierta

Farolillo con la luz blanca frontal, como si fuera una linterna, con la que mi abuelo iba observando la vía

Farolillo con la luz lateral verde, indicando que todo está correcto y el tren puede seguir su camino

 Farolillo con la luz lateral roja, indicando que hay alguna avería y el tren debe circular con precaución

jueves, 31 de octubre de 2013

Castañas asadas en Halloween

Hoy es la famosa noche de Halloween, pero como no la voy a celebrar vistiéndome de vampira ni jugando a truco o trato, lo máximo que haré, y porque me lo ha pedido mi hija, es ver "El exorcista", me voy a dar este homenaje saboreando las ricas castañas asadas de la tradición española de la fiesta de Todos los Santos.

Castañas que he asado hace un rato, provenientes de Casar de Palomero, en la zona de Las Hurdes (Cáceres), regaladas por un amigo de la familia

martes, 8 de octubre de 2013

50º Aniversario de "Dulces Pili"

Dulces Pili ha cumplido 50 años. El negocio familiar creado por D. Amancio Simón (e.p.d) en 1963 ha cumplido sus "bodas de oro"
En la foto, cartel conmemorativo deseando felices fiestas del Toro


Como ya comenté en otra entrada, tengo un especial cariño a la familia, pues además de ser prima segunda de las actuales dueñas, su madre D.ª Úrsula (e.p.d.) fue mi madrina de bautizo y boda.
En la foto, Amancio, Úrsula y su hija Mª Carmen


Esta es la sede de su magnífico obrador en Benavente, en la calle Estameñas 64, donde realizan todo el trabajo diario y atienden al público que se acerca a comprar


Cuando D. Amancio, reputado repostero, estaba siendo reclamado en multitud de pastelerías de Benavente, fue animado por su suegra, D.ª Paula (tía de mi madre y natural de Villabrázaro) a crear su propia fábrica. Asi lo hizo, y en ella trabajaron tanto el matrimonio como sus tres hijos: Pedro, Mª Carmen y Angelines, aunque curiosamente el nombre proviene de su hija mayor Pili.
En la foto, Mª Carmen (de espaldas) y Angelines, actuales dueñas del negocio, en plena faena.


Horno en el obrador


Bollos de San Miguel en proceso de elaboración


En Dulces Pili se puede comprar: tartas, pastas, pastas de té, rosquillas, hojaldres, pastelitos, feos, bombas, roscones de Reyes, buñuelos, maragatos, bollos de San Miguel, etc, todo ello elaborado con materias primas de la zona.
En la foto, una riquísima bomba


Hojaldres con nata


Hojaldres y bombas


La esposa de D. Amancio, D.ª Úrsula Ramírez era nacida en Villabrázaro (hija de D.ª Paula, hermana de mi abuelo León).
Desde el principio de la creación del negocio, tuvieron por costumbre ir a Villabrázaro en la fiesta del Cristo (primavera) y en la Magdalena (verano) para vender sus productos el viernes y el sábado, de forma que ya no se conciben estas fiestas sin pasarse por la coqueta casita que poseen en el pueblo para comprar todo tipo de exquisitos dulces.


En el recuadro negro se puede apreciar la casa que era de su abuela Paula, en la calle de los Silos, donde van siempre a vender en las fiestas


Patio de la casa donde la clientela espera su turno para comprar. Allí se juntan las parroquianas (y algún que otro parroquiano) y charlan amistosamente hasta que les toca la vez


En la casa de Villabrázaro, de izquierda a derecha, las tres hermanas: Pili, Mª Carmen y Angelines (foto cortesía de Mari)


Un clásico de la casa, las pastas (caja)


El interior de la caja anterior, las deliciosas pastas


Pastas de té


Interior de la caja previa, las variadas y ricas pastas de té


Pilar, Angelines y Mª Carmen atendiendo a la clientela de Villabrázaro (foto cortesía de Mari)


Hojaldres-lacitos


Interior de la caja, los lacitos de hojaldre con chocolate, que en mi casa son de los preferidos


Pastelitos


Pilar, Angelines y Mª Carmen vendiendo al peso pastas de té, feos, rosquillas y lacitos. Suelo comprar de todo, porque la verdad es que sus productos son mi debilidad :) (foto cortesía de Mari)


Sus productos se pueden encontrar en muchas tiendas de Benavente y alrededores. Durante un tiempo, vendieron en Gijón, pero actualmente se centran en la comarca.
Escaparate en la calle Herreros de Benavente. En el cuadrado negro de la derecha se puede observar cajas de pastas, pastas de té y feos


Feos


Bollos de San Miguel


Rosquillas


Surtido de cajas


La familia al completo celebrando las bodas de oro el día del Pilar, 12 de octubre. Foto La Opinión de Zamora

¡MUCHAS FELICIDADES, que cumpláis otros 50 años más!
Contacto de Dulces Pili
Calle Estameñas, 64 
49600 Benavente (Zamora) - España -
Tlf. 980 63 16 47 

sábado, 28 de septiembre de 2013

Productos de la tierra, final del verano

Este año he tenido la suerte de poder estar en Benavente mientras se celebraba la XIX Feria del Pimiento y Productos de la Tierra.
A pesar de la lluvia, no pude resistirme a comprar unos kilos de pimientos, que la verdad tenían un aspecto inmejorable.

Tengo pensado hacerlos asados, fritos, en tomatada y en vinagre. También suelo envasarlos al vacío y congelar algunos asados.

Los de primera categoría estaban a 1,50€ y los de segunda en torno a 0,80€.
Un gusto exquisito que saborearé estos días y hasta que se me agoten en los meses venideros.


Pimientos de primera categoría comprados en la Feria del Pimiento de Benavente

Magnífica cebolla que me regaló mi prima. Pesaba cerca de un kilo

Perejil de mis macetas

Moras en todo su esplendor recogidas en un camino del pueblo

Uvas de jerez de parra, de la casa de mi madre

Higos cuello de dama, de exquisito dulzor

Tomates de mi pequeña cosecha

Sandía que me ha regalado mi prima

Quesos de oveja comprados en una fábrica de Santa Cristina de la Polvorosa. ¡Riquísimos!

© Ángela & Mª Eugenia

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