La idea de escribir estas líneas se me ha ocurrido al conocer las noticias de la escasez de agua en zonas como Cataluña, donde viven muchos paisanos, y al celebrarse este año en Zaragoza la Exposición Internacional "Agua y desarrollo sostenible", lo que me ha recordado los cambios que ha habido en Villabrázaro a lo largo de los años para abastecerse de este preciado bien.
Había un pozo en la plaza, delante del actual Ayuntamiento, y "la bomba", como las que salen en las películas del oeste, que se saca el agua con una manivela, situada en la confluencia de la calle Real con la calle La Cuesta. De estos dos lugares se obtenía el agua necesaria para la vida cotidiana. Las personas que tenían pozo en casa disfrutaban de más comodidad, aunque para beber, el agua potable se traía de fuera del casco del pueblo: de los pozos de las parcelas con norias, pozos artesianos, pozo de la vía y similares.
La gente se acercaba y llenaba sus cántaros. En el pozo cabía más gente, porque el brocal era grande, y las personas podían ponerse alrededor e ir sacando el agua con sus calderos. En cambio, en la bomba había que esperar un poquito de cola, pues el sistema de extracción del agua era de uno en uno.
Para lavar, se solía ir al río y al Charco Hondo, y a dos lugares llamados fuentes, que no eran tal, sino como pequeñas "lagunas" de forma redonda: el lavadero del Soto y la fuente-manantial entre el Pozo las Aguas y el Charco Hondo.
Las mujeres iban en los burros, con las talegas de ropa y los lavaderos de madera, que apoyaban en el bordillo de la "fuente" para restregar.
Para blanquear la ropa, se utilizaba una "curiosa" lejía. Consistía en enjabonar las prendas, tenderlas en el suelo, dejar que el sol actuara un tiempo, lavarlas y aclararlas, un proceso conocido en muchas partes de España como solear.
Fuente en Tábara. Las dos grandes que había en el pueblo se asemejaban a ésta
En los años 50 se llevaron a cabo las obras para traer agua limpia desde el Pozo "las Aguas" hasta el pueblo, desapareciendo el pozo y la bomba. En su lugar instalaron fuentes: en el Trinquete (actualmente el cruceiro) y la plaza de arriba, ambas con el abrevadero alargado y grande, en la calle El Puente, en la Calle los Silos (escalerilla), en el Ayuntamiento y donde estaba la bomba, estas cuatro últimas con abrevaderos más pequeños.
Aunque dentro de las casas aún no había agua corriente, este paso de poner las fuentes fue un avance, y los habitantes mejoraron un poco su calidad de vida.
Aunque dentro de las casas aún no había agua corriente, este paso de poner las fuentes fue un avance, y los habitantes mejoraron un poco su calidad de vida.
El tiempo fue transcurriendo, y las personas fueron metiendo el agua en los hogares poco a poco. Mi familia pudo disfrutar de grifo en casa a partir de 1971.
Entrada relacionada: El pozo de las aguas
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NOTA: Estos comentarios pueden ser precisados y mejorados, pues he recurrido a mi memoria, la cual puede fallar y acarrear inexactitudes
El hombre y el agua- Joan Manuel Serrat
Si el hombre es un gesto
el agua es la historia.
Si el hombre es un sueño
el agua es el rumbo.
Si el hombre es un pueblo
el agua es el mundo.
Si el hombre es recuerdo
el agua es memoria.
Si el hombre está vivo
el agua es la vida.
Si el hombre es un niño
el agua es París.
Si el hombre la pisa
el agua salpica.
Cuídala
como cuida ella de ti.
Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar.
Agua, barro en el camino,
agua que esculpes paisajes,
agua que mueves molinos.
¡Ay agua!, que me da sed nombrarte,
agua que le puedes al fuego,
agua que agujereas la piedra,
agua que estás en los cielos
como en la tierra.
Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar...
el agua es la historia.
Si el hombre es un sueño
el agua es el rumbo.
Si el hombre es un pueblo
el agua es el mundo.
Si el hombre es recuerdo
el agua es memoria.
Si el hombre está vivo
el agua es la vida.
Si el hombre es un niño
el agua es París.
Si el hombre la pisa
el agua salpica.
Cuídala
como cuida ella de ti.
Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar.
Agua, barro en el camino,
agua que esculpes paisajes,
agua que mueves molinos.
¡Ay agua!, que me da sed nombrarte,
agua que le puedes al fuego,
agua que agujereas la piedra,
agua que estás en los cielos
como en la tierra.
Brinca, moja, vuela, lava,
agua que vienes y vas.
Río, espuma, lluvia, niebla,
nube, fuente, hielo, mar...
Vídeo de Joan Manuel Serrat, "El hombre y el agua"