lunes, 1 de abril de 2024

Mi gato Bergie se lo pasaba pipa en Villabrázaro

By María Eugenia Morro Geras

Este post me lo han inspirado Beatriz Santiago Lerma y sus colaborador@s, que con su arduo trabajo en el Proyecto CESA, en estos 4 años, han conseguido el bienestar para los felinos callejeros de Villabrázaro, con más de 20 gatos castrados y desparasitados, con alimentación y bebida adecuada, y han podido dar en adopción otros 25.

¡Enhorabuena por su labor!


Eso de que los gatos son muy independientes, que van a lo suyo, que no quieren a los humanos, que no son amorosos, que se escapan…Pasa como con los niños/as: educación. Si a un animal le tratas con todo el respeto, amabilidad y cariño con el que tratarías a una persona, éste te va a responder de la misma forma, con sus características de que es un cazador nato, pero bueno y un encanto. Los gatos llevan miles de años siendo animales domesticados, y hasta han sido venerados como Dioses en el Antiguo Egipto. Por algo será ese magnetismo tan especial.


Durante casi 16 años, tuve un gato. Cogerle fue el mayor acto de libertad de mi vida. Vino a casa el 1 de noviembre de 2000, Día de Todos los Santos, y fue siempre mi amigo cariñoso y fiel, tanto en la salud como en la enfermedad.


Bergie (pronunciado “Beryi”), se me ocurrió como una derivación de Cyrano de Bergerac, pues consideraba que el gatito tenía los mismos valores por los que se regía este personaje literario: bondad, valentía, coraje y corazón.


Bergie en Villabrázaro. En ese momento, con unos 6 kilos. Me dijeron que tenía que bajar de peso, pero yo le veo estupendo

domingo, 31 de marzo de 2024

Canto de acción de gracias. Domingo de Resurrección

By María Eugenia Morro Geras

A veces no se elige un texto porque una sea católica o de una determinada religión. Seguramente aquí tendría cabida cualquier otro budista, islamista o sintoísta, pero encontré éste, me gustó y aquí lo dejo, en recuerdo de unas fechas en que algo fatal podría haber ocurrido y afortunadamente no ha sido así.

El 25 de mayo de 2023 me caí por las escaleras del Metro de Madrid, y casi la palmo. Ésta es una de las incontables veces que he visto la muerte de cerca, por lo que hoy, Domingo de Resurrección, doy gracias a Dios por cuidar de mí.

Cielo veraniego en Zamora

martes, 26 de marzo de 2024

¡Ay! Ni en Villabrázaro podía tocar la flauta

By María Eugenia Morro Geras

¿De casta la viene al galgo? En esta entrada, se narra como mi bisabuelo León tocaba la dulzaina en sus años mozos: Mi abuelo tocaba la dulzaina


Mi gran vocación frustrada es la música. Puedo dedicarme a muchas cosas y se me han dado bien, pero sé que es en lo que realmente habría sido buena; para lo que había nacido. Tengo oído absoluto, y toda mi familia siempre me decía: “qué buen oído tienes”.


Desde niña, ya con 5 o 6 años, fui una vez con mi madre a una tienda de música que había en el barrio, y como sabía leer, vi un cartel en la pared anunciando que se impartían clases. Tiré y tiré de su chaqueta hacia abajo para que me apuntara, pero no me apuntó.


En los años 70 era bastante difícil que los niños y niñas saliéramos del Barrio de Madrid donde vivíamos, para acudir a algún centro a estudiar música, y no digamos recibir lecciones particulares para alguien de clase media. Lo consideraban un lujo, que siendo cuatro hermanos, no se podían permitir.


El Conservatorio estaba lejos, y no existían las Escuelas de Música que hay hoy en día por todos los distritos.


Con 13 años era del coro de la iglesia. Yo solamente cantaba, pero tenía compañeras de clase que tocaban la guitarra. La AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos), organizó unos cursos gratuitos de guitarra en el colegio. Sólo tenías que llevar el instrumento. Me quise apuntar, pero fue imposible, porque no me compraron la guitarra española.


Mi sueño era dedicarme profesionalmente, tocar el piano en una orquesta sinfónica, y en mis ratos libres componer, desde pop a bandas sonoras, y sabía que tenía que dedicarme en cuerpo y alma a unos estudios largos y complejos, pero no me importaba; era tal mi empeño y absorbía todo como una esponja, que no veía ningún obstáculo.


Me regalaron un pianito Casio PT-88, con el que tocaba melodías de carrerilla. Me decían: “Toca ‘Solo ante el peligro”, y sin ningún ensayo previo, mis dedos se deslizaban por las teclas y conseguía sacar la canción.


Pianito Casio PT-88, muy casero, con el que practicaba mis melodías. Lo tengo y a día de hoy sigue funcionando

miércoles, 20 de marzo de 2024

Tributo a Rosi, mi prima más querida de Villabrázaro

By María Eugenia Morro Geras

Ya han pasado 35 años, así que me sale del alma recordar a Rosi, mi prima más querida de Villabrázaro, inclusive más que mis cinco primas carnales, pues tuvimos mucho roce y compartimos muchas vivencias.

Se llamaba Rosi Rubio Alonso, y en realidad era prima de mi madre Ángela, hija de Estefanía (hermana de mi abuela Angelita) y Genuino. Todo lo que voy a contar aquí es producto de mi memoria, pues hay familiares que no están de acuerdo con que comente nada. Únicamente expongo mi experiencia, mi vida, y salvo su cara y la mía, el resto de las fotos, están pixeladas.

Creo que nació en 1958, y tenía una hermana mayor, Angelines. Sus padres eran muy conocidos, pues durante un tiempo tuvieron en el pueblo una pescadería. Después siguieron dedicándose a las labores del campo y la ganadería. Vivían en la calle de la Cuesta, enfrente de las escaleras que bajan por ese lugar empinado, una casa con fachada blanca y puertas y ventanas verdes, y unas puertas grandes metálicas grises.

Rosi de niña con su familia

miércoles, 24 de enero de 2024

Ángela, hoy es mi cumpleaños: 24 de enero

Tal día como hoy, un 24 de enero, nací en Villabrázaro (Zamora), España. Es momento de recordar esta señalada fecha y el fuerte vínculo que me une a esta pequeña localidad.

Por lo que me ha contado mi madre, sé que el parto fue en casa, asistida sólo por la comadrona, la señora Sofía, abuela de Sofía Ferrero (no venía el médico). Eran esos fríos inviernos de hace bastantes años, cuando Castilla era la Vieja Castilla, cuando el viento, las heladas, cencelladas y niebla cubrían el pueblo. Afortunadamente todo salió bien y mi madre se fue recuperando poco a poco.

Fui la primera hija de Faustino y Ángela, y vivíamos en una casa de mis abuelos paternos, posteriormente habitó mi tía María Geras, en la Travesía de las Bodegas Nº 5.

En aquella época, era costumbre que la madre estuviera sin salir de casa un mes. Después había que cumplir con la tradición: ir a la Iglesia a llevar una cesta con ofrendas.

Nací rubia, aunque después me volví morena-castaña, como me habéis conocido.

Cuando Manín pasaba por la calle mientras estaba sentada en mi puerta de chiquitina, me decía: "¡Rubia!", y yo le contestaba con lengua de trapo: "¡Y tú meneno!" (y tú moreno). Según me han contado, era una niña muy espabilada.

Hasta que me tuve que ir a Madrid a los 10 años, me pasaba el día en el colegio, jugando y entrando y saliendo de casas de familiares y amig@s. Recuerdo mucho ir donde mis abuelos, donde mis padrinos (Caela), mis tías Estefanía, Araceli, de Fabriciano, etc. Eran otros tiempos, en que las puertas estaban abiertas para los niños y niñas, donde siempre te recibían bien y te daban uvas, frutos secos y merienda.

Después, a los dos años y medio, nació mi hermano Tomás y la felicidad de mis padres fue completa, y también la mía, que tenía de quien ocuparme y con quien jugar. Lo más triste, fue quedarme huérfana de padre a los 5 años, pero al ser tan pequeña, apenas guardo recuerdos. En general, viví una infancia humilde, pero feliz.

Hoy en día las cosas son muy diferentes. Celebro mi cumpleaños en Madrid, rodeada de mi marido, mis hijos, mis nietos y demás familia, y todo es fenomenal, me hacen regalos y me siento muy querida, pero nunca olvido mis orígenes, y aquellos tiempos en que correteaba por las calles de Villabrázaro.

Seguiré volviendo al pueblo siempre que pueda, pues es un referente en mi vida, y teniendo allí mi casa y la de mi madre, un motivo para regresar muchas veces. Disfruto de cada viaje, y siempre encuentro motivos para sacar fotos por donde paso, que después comparto con mucho gusto en la Página de Facebook y en X (twitter) de Villabrázaro Vivo!.

¡Nunca me cansaré de visitar Villabrázaro, mi tierra, la tierra de mis antepasados, muy orgullosa de ser zamorana y contenta de seguir cumpliendo años! 


La foto más antigua que tengo, con 5 años, en un estudio de Benavente. Mi hija me dice que salgo muy guapa y que tengo coloretes de Heidi

Angela a los 5 años

© Ángela & Mª Eugenia

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