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jueves, 4 de diciembre de 2008

Árboles Frutales

En Villabrázaro había muchos árboles frutales, tanto en fincas particulares como en las parcelas del ayuntamiento. En la década de los 50 se plantaron en estas parcelas cuatro o cinco manzanos. Cada vecino podía tener entre dos y tres parcelas, con lo cual, en cada casa podían disfrutar de lo que proporcionaban unos diez o quince manzanos, así que había fruta asegurada hasta bien entrado el invierno. Las había de diferentes clases: reineta, verde doncella, morro de liebre y otras rojas que ahora mismo no sé si eran starky o royal gala.

Recuerdo que viviendo en Madrid, cuando mi abuela venía a pasar el invierno con nosotros, traía a primeros de noviembre unas riquísimas manzanas verde doncella. ¡¡Ays qué ricas!! no las he vuelto a ver tan grandes y gustosas como aquellas :)

A partir de mediados de los 70, arrancaron de forma progresiva los manzanos de las parcelas, imagino que para un mejor aprovechamiento del terreno. También he notado que en las fincas particulares, a día de hoy, hay muchos menos árboles frutales, aunque este verano he podido fotografiar diferentes especies.

Manzano en el camino de los Paleros


Higuera


Higos de cosecha propia, de clase cuello de dama, los mejores y más dulces; son los que se secan y se convierten en los exquisitos higos pasados


Ciruela claudia en el Tamaral


Detalle de la ciruela claudia


Ciruela de tipo calabacilla en el Tamaral


Peral en el camino de Paladinos


Avellano en el Tamaral


Detalle de la avellana


Nogal en el Tamaral


Almendro cerca del monte

miércoles, 1 de octubre de 2008

Qué tiene la zarzamora

¡Qué ricas las moras!, y más cuando son gratis :) ¿Quién se puede resistir a cogerlas en esos caminos alrededor del pueblo? No duelen los pinchotazos de las zarzas, si el objetivo es una madura y hermosa mora. El resto de frutas las lavamos cuidadosamente, pensando que puedan llevar bichitos, larvas o cualquier otro “monstruo”, pero las moras “caen” en el mismo lugar de su recogida; allí te las zampas sin mayores miramientos, una tras otra, y porque ya no te caben más en el estómago, o te da vergüenza que te vean en plan hambriento, o porque se hace de noche. :) Eso cuando paseas y aparecen ante tus ojos sin más, que sin vas con “premeditación”, te llevas una bolsa para rellenarla hasta arriba.

Moras en la zarza
Zarzamora en la Sierra de la Culebra(Zamora)

Incluso cuando te pones las manos o la ropa perdidas de rojo, le restas importancia, o te acuerdas del antiguo remedio de frotar con moras verdes para quitar las manchas.
Da igual que sean zarzas, como moral de árbol, todas son atractivas a la hora de cogerlas. De pequeña iba al moral del Redondal, y muchos años después, recuerdo lo felices que eran mis hijos y sus amigos cuando pedían permiso al Sr. Isidro y pasaban al árbol de su casa a dar buena cuenta de los frutos.

Plato con moras en la cocina para ser degustadas

Lo de coger moras es una actividad veraniega clásica, parece que si no has comido alguna, falta algo en ese mes de Agosto. Y quien quiere prolongar el placer de degustarlas, elabora confituras y las consume a lo largo del año.

viernes, 18 de julio de 2008

Girasoles

Esta tarde comiendo pipas mientras veía una película en DVD, me imaginaba que eran de girasol natural, como las que solíamos comer en el pueblo.
Ahora escasea el cultivo en Villabrázaro, pero antes era muy común. A mis hijos les solían regalar por la calle cuando venían de recolectarlos, y les encantaba estar entretenidos "descogollando" (sacando las pipas) y comiéndoselas.

Girasol Girasol comprado en el mercadillo de Benavente

martes, 29 de enero de 2008

Lo que riego


Tomates. Verano en Villabrázaro



Higuera. Verano en Villabrázaro



Nectarinas. Verano en Villabrázaro



Photo. Invierno en Madrid

sábado, 1 de diciembre de 2007

El hinojo

El hinojo es una planta que crece abundamente en los caminos de Villabrázaro. Durante la Edad Media se consideró al hinojo como una planta mágica, capaz de deshacer los designios de la brujería. Era costumbre, la víspera del solsticio de verano, colgar un manojo de hinojo en la puerta de la casa para ahuyentar los malos espiritus.

Nosotros la recogemos por sus propiedades para equilibrar las funciones del sistema digestivo: favorece la digestión, contribuye a expulsar los gases, reduce la hinchazón y las flatulencias, aunque también posee otros beneficios medicinales.

Como es gratis, cualquiera que se pasee en verano por allí, puede recolectar.




El proceso es el siguiente. Cuando estén abiertas las flores amarillas, que generalmente es en agosto, te vas con unas tijeras y una bolsita, y empiezas a cortar los manojillos de flores. Un gran "criadero" este verano ha sido la cuesta de las escuelas. Seguidamente, se extienden y se dejan secar en un lugar sombreado, pues aunque no lo parezca, están húmedas.



Se van dando vueltas de vez en cuando, hasta que las flores se vayan reduciendo y tendiendo a quedarse molidas.



Una vez secas, se friccionan un poco con las manos para terminar de molerse, y se apartan los pequeños tallitos que hayan podido quedar unidos a las flores.



Después de molidas, se vuelven a dejar secar aún más hasta que se convierten como en granitos diminutos.



Cuando estén del todo secas, se envasan en un bote de cristal. Nosotros la utilizamos en tisanas, se cuece y filtra, y queda una infusión con exquisito sabor a anís. No tiene una caducidad definida, la recolección de un año puede usarse durante otros tantos.



Una vez que termina la floración, que suele ser en Septiembre, estas flores se convierten en grana, que también se recoge de la misma forma anteriormente descrita. La única diferencia es que se almacenan estos granitos que parecen anises. La eficacia es la misma, quizás un poquito más fuerte la grana.

© Ángela & Mª Eugenia

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