jueves, 6 de marzo de 2008

Sentarse al fresco por la noche


Echo de menos los corrillos de vecinos que se formaban en la calle las noches de verano. Aún existen, pero pocos en comparación a los que había hace muchos años.

La gente solía salir con su silla baja después de cenar, a departir amigablemente y charlar de lo humano y lo divino. Había una curiosa mezcla de personas mayores y niños, o corros exclusivamente de jóvenes, todos ellos pasando un buen rato y echando unas risas, arropados por las noches estrelladas.
Me solía unir al de la antigua Telefónica, actual ayuntamiento, donde lo pasábamos muy bien.

¿A qué se debe la pérdida de esta bonita costumbre de los pueblos? Quizás los nuevos tiempos no son propiciadores de la comunicación humana. Vivimos en un mundo globalizado, donde paradójicamente el individualismo es atroz. Ya no se fomentan las relaciones como antes, quien más y quien menos se "refugia" en las nuevas tecnologías, ordenador, DVD, consola, TV, iPod, y si es en vacaciones, se suman bares y terrazas al tiempo de ocio, dejando abandonada esta costumbre tan sana, pues está demostrado científicamente que la manera en que transcurre nuestro "tiempo subjetivo", la felicidad que podamos conseguir, está asociada principalmente a dos factores: realizar actividades creativas y caminar acompañados, interactuar con los demás.

Cotillear es parte de la naturaleza del ser humano, y ya que se ha perdido bastante intercambiar impresiones en vivo y en directo, nos alimentamos de los cotilleos de los programas del corazón, que son un sucedáneo de lo que en tiempos pasados se hacía de una forma natural.

Un factor añadido a la hora de que esta costumbre haya ido a menos, es la desaparición de personas mayores, y como esto es algo irremediable, creo que vamos a perder una de las tradiciones más bonitas de nuestros pueblos.

9 comentarios:

  1. Pues si... ¡Qué tiempos aquellos!. Salir a la tertulia todas las noches con nuestra "escudilla" con las sopas de ajo a cenar en compañía de los vecinos.
    Además, viendo la foto que has puesto, que era donde nosotros nos reuníamos, me ha encantado. Unas noches a la puerta de nuestra casa y otras a la puerta de la casa del Sr. Mateo (e.p.d).
    El único fallo que le encuentro a la foto es... ¡que faltan sillas! ;-)
    Mis recuerdos de esos ratos (y mira que ha llovido) son de los mejores.

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  2. ¡Se me olvidaba!
    En Villaquejida, en el verano, siguen los "corrillos" como antaño, así que no en todos los sitios se pierden las "buenas costumbres".

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  3. El otro día en Zamora capital tuve una "revivencia" relacionada con esto. En la calle peatonal Santa Clara, tan animada y elegante como siempre, estaban los jubilados sentados al sol de cháchara, muchos, como una pandilla.
    En Madrid hace mucho que no veo eso, sólo viejos solitarios o refugiados en los bares.
    No sé si seguirán llenando el parque los sábados por la mañana para jugar a la petanca como recuerdo de niño...

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  4. Es cierto que no abundan ya los corrillos tanto como antes. Fundamentalmente por la inevitable ausencia de muchas personas. Recuerdo en la C/ Real, muchos corrillos casi desde donde está el bar ahora hasta prácticamente "Los herreros" personas que tomaban el fresco, charlando y riendo. No recuerdo si se cenaba o no. Además en los últimos años un poco ha influido el tiempo. En la infancia recuerdo unos veranos muy calurosos y unas noches agradables que invitaban a salir a la puerta... Por otra parte claro que la TV, sobre todo, ha roto bastante la comunicación no sólo entre las familias sino también entre las personas. Es muy cómodo quedarte sentado tiempo delante de la cajita... Que te lo da todo hecho con imágenes y opiniones.Muchas veces es difícil digerir tal cantidad de información. Por otra parte la publicidad es escandalosa, rompe el ritmo de cualquier programa o pelicula en el mejor momento, pero lo tragamos y aguantamos todo. El ordenador también es un aparato atractivo y que engancha. Qué cantidad de cosas se pueden aprender, realizar, ver... En definitiva que un poco de todo hace que si no tienes un "corrillo consolidado" se vaya perdiendo otra costumbre bonita y agradable.
    Un abrazo

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  5. Alberto, me alegro que te guste la foto, la escogí porque era la única que tenía de noche, ha sido casualidad total que pusiera las sillas en tu puerta :-) Para otra vez pondré un corrillo más grande.

    Qué sibaritismo lo de la escudilla con las sopas de ajo, es normal que tengas buenos recuerdos, si la compañía era agradable al igual que la cena ;)

    Hay que tomar ejemplo de Villaquejida, entre las kedadas en Madrid y que continúan saliendo al fresco, ya veo la animación que hay por allí, a seguir disfrutándola.

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  6. Herel, me alegra saber que en Zamora continuan reuniéndose las personas mayores "en pandilla".
    Aquí en mi barrio, afortunadamente, los jubilados siguen yendo a los parques. Tenemos una zona de petanca, solo que hasta que no haga mejor tiempo no se llena. Y luego está el Parque Norte, donde en cualquier época se les ve en las mesas que tienen un ajedrez como "tablero" echando sus partidas de cartas.

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  7. Corsino, también recuerdo la calle Real como tú dices, así como la calle Mayor entera, el puente...

    Es cierto, el tiempo ha cambiado, ahora los agostos no son calurosos como antaño, más bien inestables.
    La TV aún siendo cada vez más infumable, seguimos enganchados a ella, y el ordenador es más difícil "dejarlo" porque además de una puerta de comunicación, es una herramienta imprescindible de trabajo hoy en día casi para cualquiera.

    Por la plaza de arriba, no hay corrillos consolidados, así que seguiremos viviendo de recuerdos :)
    Un abrazo

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  8. Te felicito por tu maravilloso blog!,

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Gracias por participar en Villabrázaro Vivo

© Ángela & Mª Eugenia

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