viernes, 28 de marzo de 2008

Palomares

Formando parte del paisaje típico castellano, se encuentran los palomares. Desde que tengo memoria los he visto en Villabrázaro.

Aunque no recuerdo cuántos había antes, tengo la sensación de que han disminuido en número. Fabricados de tapiales (paredes de tierra) y adobe, los que ya no están, han "perecido" derruidos.

En la actualidad hay dos en buen estado, el de la foto de la izquierda, situado a la salida del pueblo por la carretera de Manganeses pasado el cementerio a la derecha. El otro en la carretera de Pobladura a la izquierda, antes de llegar al puente verde.

También tengo conocimiento de que existen varios dentro de las casas particulares en los huertos o corrales.

El beneficio que se saca de estas curiosas edificaciones, son las crías de palomas o pichones, un rico manjar.

También se aprovechan los excrementos de las palomas, conocidos como palomina, como estiércol para determinadas tierras de labranza.

Las palomas requieren poco mantenimiento, pues como vuelan con libertad por todo el municipio, con echarles un poco de alimento y agua es suficiente.

Palomar visto desde el camino de los Paleros


Esta foto es de una edificación medio en ruinas que hay en el camino de Manganeses antes de llegar al cementerio. Vi palomas encima del tejado, pero no sé si ha sido un palomar. Dejad vuestros comentarios y así me ayudáis a dilucidar.

Paloma con pichones

Paloma bravía con pichones

viernes, 14 de marzo de 2008

Ruta en bici

¿Qué os parece dejar por un día los coches, motos, quarks y coger la bici?. Que toda la gente de Villabrázaro sacara su "dos ruedas", niños, jovenes y mayores, y nos fuéramos a hacer unos kilómetros por ahí.

La mejor época sería verano, más que nada porque habrá mucha más gente, y así podríamos hacer un grupo grande. Estaría bien salir a media mañana, pedalear hasta algún lugar, allí hacer un descanso con tentempié, y regresar a la hora de comer.

La ruta a elegir es complicada, porque lo ideal sería que no vayamos por carretera, con lo cual se me ocurre, antes de que asfalten el camino de San Román, tomar ese itinerario, pasar por Paladinos, La Torre y si se tienen ganas, continuar hasta Pobladura. Allí se puede parar en la plaza o en el parquecito que hay más arriba, beber agua, tomar un sandwich o ir a por un helado, y cuando hayamos descansado, tomar el mismo camino de vuelta.

Supongo que si salimos a las 11am, se puede estar allí sobre las 12:30am, descansar 30 minutos, y volver por el mismo sitio. Todo sería por caminos de tierra, con lo cual se evitarían peligros y se podría ir más tranquilamente.

Que no se olvide nadie la crema protectora solar y la bisera, revisar la bicicleta el que haga siglos que no la usa, y ¡ánimo! Nos vemos este "verano azul".

Se admiten sugerencias sobre rutas alternativas o planes diferentes.

jueves, 6 de marzo de 2008

Sentarse al fresco por la noche


Echo de menos los corrillos de vecinos que se formaban en la calle las noches de verano. Aún existen, pero pocos en comparación a los que había hace muchos años.

La gente solía salir con su silla baja después de cenar, a departir amigablemente y charlar de lo humano y lo divino. Había una curiosa mezcla de personas mayores y niños, o corros exclusivamente de jóvenes, todos ellos pasando un buen rato y echando unas risas, arropados por las noches estrelladas.
Me solía unir al de la antigua Telefónica, actual ayuntamiento, donde lo pasábamos muy bien.

¿A qué se debe la pérdida de esta bonita costumbre de los pueblos? Quizás los nuevos tiempos no son propiciadores de la comunicación humana. Vivimos en un mundo globalizado, donde paradójicamente el individualismo es atroz. Ya no se fomentan las relaciones como antes, quien más y quien menos se "refugia" en las nuevas tecnologías, ordenador, DVD, consola, TV, iPod, y si es en vacaciones, se suman bares y terrazas al tiempo de ocio, dejando abandonada esta costumbre tan sana, pues está demostrado científicamente que la manera en que transcurre nuestro "tiempo subjetivo", la felicidad que podamos conseguir, está asociada principalmente a dos factores: realizar actividades creativas y caminar acompañados, interactuar con los demás.

Cotillear es parte de la naturaleza del ser humano, y ya que se ha perdido bastante intercambiar impresiones en vivo y en directo, nos alimentamos de los cotilleos de los programas del corazón, que son un sucedáneo de lo que en tiempos pasados se hacía de una forma natural.

Un factor añadido a la hora de que esta costumbre haya ido a menos, es la desaparición de personas mayores, y como esto es algo irremediable, creo que vamos a perder una de las tradiciones más bonitas de nuestros pueblos.

© Ángela & Mª Eugenia

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